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El fin de la laicidad 24/01/2007
Finalmente el Codicen ha puesto en su página Web
(www.anep.edu.uy/historia), las orientaciones que en materia
de la Historia Reciente, ha establecido el organismo que
dirige la Educación Pública en el Uruguay.
Este proceso de evaluación de la historia, que comenzó
el año pasado y que ahora finaliza con esta documentación
por escrito, obviamente es la base sobre la cual los profesores
de historia impartirán sus cursos a los estudiantes
de Educación Secundaria.
No deberíamos haber esperado otra cosa que la continuidad
de un proceso que se inició en medio de una dura
polémica, donde claramente señalamos, que
se estaba tratando de construir parte de la historia del
Uruguay a la luz del partido político que gobierna.
Ahora todos podemos confirmar que efectivamente la visión
de la historia reciente que pone en marcha el gobierno a
través del sistema educativo formal público,
es una interpretación sesgada, parcial, una visión
de los acontecimientos históricos, una y sólo
una visión.
Estamos llegando al fin de un proceso en el Uruguay, que
tiene mucho tiempo, que es el de la educación laica,
la defensa de la laicidad como un principio básico
que hace al derecho del estudiante. El derecho del educando
respecto a la educación que recibe, de un derecho
de las familias que mandan sus hijos al sistema educativo
público y que, por tanto, no optan por un sistema
que imparte determinada visión, porque de así
quererlo hecho optarían por un colegio privado.
De esta manera el sistema educativo público, abandonó
definitivamente ese principio fundamental sobre el que se
apoyó históricamente la educación nacional,
la laicidad. Recordemos brevemente; Varela impulsó
una educación Obligatoria, para que ello fuera posible
aseguró laicidad y gratuidad. Es decir los conceptos
de gratuidad y laicidad son subsidiarios del de la obligatoriedad.
Es éticamente rechazable hacer obligatorio un sistema
que no da garantías. Mucho para aprender tienen quienes
hoy manejan el sistema educativo y otros que se han rasgado
por la vestiduras con el varelismo y hoy aceptan en silencio
tamaño avasallamiento. Abandonaron el principio básico
al elegir un terreno de contienda que es la política,
por poner el programa -o las orientaciones a los profesores
de historia- al servicio de una visión del Uruguay.
Me da pena realmente, me da dolor por mi país y mi
sistema educativo. Que haya habido profesores, docentes,
que se prestaran a ese juego para construir la historia,
escribir la historia reciente al servicio del un partido.
El documento, al que ustedes pueden tener acceso -me gustaría
que lo leyeran- claramente abandona el equilibrio que debe
tenerse en la visión de los gobiernos recientes.
Se habla solamente bondades del gobierno frenteamplista
de Montevideo, por ejemplo, sin anotar errores de gestión
o de conducción, se hablan solamente de problemas
de los gobiernos nacionales de los últimos 25 años,
sin ningún acierto. Es lamentable que un docente
no pueda éticamente ser capaz de evaluar desde todos
los puntos de vista lo que pone en marcha como aprendizaje
de sus alumnos. ¿Y el espíritu crítico
donde ha quedado?, y las “miradas” diferentes,
¿que ha sido de ellas?, ¿eran sólo
patrañas?.
Los gobiernos nacionales del pasado reciente tuvieron crisis,
hay críticas para hacer, hay errores cometidos, por
supuesto!! y eso debe analizarse, pero se debe ver todo
y no se debe ver solamente una parte.
El gobierno de Montevideo en manos del Frente Amplio, habrá
tenido durante los últimos 15 años aciertos
por supuesto que sí!!, pero también ha tenido
errores, también ha estado salpicado de la corrupción,
nada de ello señalan “las orientaciones”,
las propuestas de historia que promueve el Codicen. Penoso,
lamentable.
Nuestro sistema educativo y sus actuales autoridades van
a cargar sobre sus espaldas con la terrible mancha de haber
sido quienes oradaron un principio fundamental de nuestro
sistema educativo; la Laicidad. Han puesto en marcha un
mecanismo a través del cual, el aula se transforma
en un lugar de entrenamiento, el aula se transforma en un
lugar donde se le tratará de inculcar al joven determinada
forma de ver la realidad política del país.
Lamentable por cierto que estos acontecimientos hayan llegado
impúdicamente al Uruguay.
Solamente nos queda, porque a las autoridades les va a importar
poco y nada lo que digamos, advertirles a los padres que
eso finalmente va a pasar. Que ya no puede haber confianza
en el sistema educativo acerca de los contenidos. Por lo
menos en temas como la Historia Reciente.
El Frente Amplio en el gobierno quebró más
de cien años de tradición educativa pública
buscando un beneficio propio.
José Carlos Cardoso
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